¿Qué mejor inyección anímica que empezar el partido con un gol tempranero? Carlos Almeida, del FC Olveira do Hospital, madrugó primero que todos y convirtió a los tres segundos frente a Arganil, por el torneo de la quinta división de Portugal. Fue un bombazo desde la mitad de cancha apenas el árbitro dio el inicio, que sirvió para encaminar el 3-0 final.
Este gol estuvo a pocas décimas de convertirse en el gol más rápido de la historia del fútbol. En 1998, el uruguayo Ricardo Olivera, en un torneo regional de su país, convirtió un tanto a los 2,8 segundos de juego, el que fue registrado por FIFA y los Récord Guinness.
martes, 19 de abril de 2011
