VOLVER A LA VICTORIA‏

Pasaron varias semanas para que, nuevamente, los chicos de libres nos reencontremos con el triunfo.El mismo rival del último gran grito Z se vio otra vez superado por nuestro equipo. Este 3-1 ante médicos nos sirvió para demostrar claramente nuestra superioridad, ante un equipo que jugaba al contraataque, utilizando a su número 9 (el "viejito de intermedia") como su arma más letal.Así, de movida, el partido arrancó con un Z teniendo el balón, intentando, por momentos, jugar por el piso, pero el estado del campo de juego del Iosap 2 no lo hacían propicio y favorecían a los médicos que, tirando pelotazos desde la línea de fondo hacia alguno de sus dos delanteros, intentaba llevar algo de peligro a nuestro arco. Algunas imprecisiones en 3/4 de cancha, tal como viene sucediendo con este equipo desde el torneo pasado, hicieron que no tengamos jugadas claras de gol en ese primer período. Solamente para rescatar algún disparo de Seba Erro desde fuera del área, las demás fueron pelotas imprecisas que no llegaron a comprometer del todo al arquero visitante. Esa primera etapa era para un 0-0 "clavado", pero a menos de 10 minutos para su finalización, con el mono, nuestro estandarte en la línea de fondo, fuera del campo de juego por haber sido atendido producto de un manotazo del delantero rival intentando desbordarlo, llegaría lo menos pensado: saque lateral-centro para ellos dese el costado derecho del ataque, uno que la peina hacia atrás, metiendo a la de cuero en el punto del penal, y cuando uno de camiseta blanca y roja se aprestaba a dar el cabezazo, imprevistamente, quizá en su afán de tener muy presente que es arquero de futsal, ramoncito bloqueó el cabezazo de aquel con un "puñete" y ante el reclamo de los once médicos, los que estaban afuera, sus familias, esposas, hijos, primos, tías, hermanos/as, cuñados, mascotas, patas de lanas, y todo cualquier otro conocido, amigo y/o pariente que llevaron el sábado por la tarde a la cancha, el referí pitó la pena máxima. El tiro cruzado, a la derecha de tenazas, que voló hacia el otro palo, marcaba el injusto 0-1. Un punto importante para resaltar, está la tranquilidad con la que supimos llevar esos minutos finales del primer período. Intentando la mayor de las veces jugar por abajo, un estilo de juego quer no acostumbra mostrar el zeta, aunque lo intenta cada vez que puede. El segundo tiempo, después de la arenga de Aníbal, nuestro DT, quien demuestra estar más enchufado que antes, al igual que todos los jugadores, arrancó como se esperaba. El Z teniendo constantemente la pelota, haciéndola circular por todo el terreno, empujaba una y otra vez. Después de algunas corajeadas del gringo, llegó un respiro. Un desborde suyo por derecha, la pelota que parecía que se iba larga dos veces, y ya, una vez metido en el área, trastabillándose, logra tirar el tercer autopase largo, cuando el infortunio del defensor médico golpea las largas piernas de nuestro veloz delantero (y ex goleador?) antes de que el esférico se vaya por la banda de fondo. Penal cobró el árbitro, algo cuestionado tal vez, porque no fue una falta muy brusca, pero a decir verdad, lo tocó al jugador dentro del área, y como dirían algunos viejos relatores, "eso es penal, aquí y en la China".Llegaría entonces un momento drámatico en el partido, sobre todo para Marito Zamudio. Esta vez, nuestro petiso llegó tarde a querer ejecutar la pena máxima. Tarde, porque ya paloma había agarrado la pelota, besándola, acariciándola, dándole algunos mimitos, y susurrándole al piquito, ahí por donde se la infla (nota del redactor: las siguientes son palabras venidas de boca de algunos jugadores que estuvieron cerca de la jugada en ese momento): "vamos gordita, entrá, hacéme feliz", "no te vayas a quejar, no sos la única a quien le doy patadas" y finalmente: "te prometo que si entrás, me destrabo (¿?)". Así, con todo el apoyo del equipo, paloma remató fuerte, abajo y cruzado, tal como lo hiciera su contrario, con un arquero tirándose al mismo lugar, pero que no llegaría a impedir el empate ante la violencia del remate. Fue el primer gol oficial de paloma con la casaca Z. 1-1. Volver a empezar.La tranquilidad llegaba al banco del Z y para todos nosotros que estábamos transpirando dentro. Ya con algunos jugadores frescos ingresados, el partido siguió con el mismo curso que antes, manteniendo Z siempre la pelota, adelantándose en el campo, mejorando en el medio y con una defensa impasable."Hay olor a gol", se escuchaba decir a los fanáticos de intermedia qe alentaban desde afuera. El griterío y la efusividad con la que alentaban al equipo hizo más fuertes a estas fieras. Una falta buscada por Mario, cubriendo muy bien la pelota, presagiaban un giro en el resultado del partido. Esta vez, Marito no quería desprenderse de ella. "Vamos, si sos mi media naranja" escuchó alguien que se le acercaba, decir esas palabras a la pelota. Por eso no quería soltarla, pero Javi, viniendo desde el fondo de la cancha, recorriendo 50 mts., por fin pasando la mitad de cancha en el partido (bueno, eso es porque esta vez jugué de 6, sin la proyección de un 3, como suelo jugar...) quería repetir lo que insinuaba en los entrenamiento."Mario, pateo yo", le decía al 10, ayer con la Nº 9 puesta. "Dejáme, dejáme. Esta pateo", replicaba. Una y otra vez, que pateo yo, que pata el otro, que dale que dejame una vez, que no, que esta vez va a ir bien, etc etc. En fin, nos acomodamos los dos. La pelota estaba del semicírculo del área, ala derecha, a unos 5 metros fuera del área, especial pàra un zurdo. "Dale lírico!", se escuchaba a Rudy, hasta que en una entrada en razón, de esas que solo se te deja una vez (con suerte) por partido, Mario me asintió con la cabeza y me dijo con estas dulces palabras: "Dale pateá". No lo pensé dos veces, no sea cosa que se arrepienta. la barrera, tiraba levemente hacia la derecha, para tapara el tiro de Mario, mejoraban las chances de un zurdado eficaz. Cuando tomé carrera me preguntaba yo mismo, en qué lío me metí?, pateo por arriba o por abajo? Y si le pego al referí? Y si hago gol en contra? Bueno, tantas cosas se me cruzaron por la cabeza, que lo único que hice fue tratar de no desperdiciar el PRIMER TIRO LIBRE QUE ME DEJABAN PATEAR EN UN PARTIDO, después de 3 años y 3 meses en el equipo. Algo injusto, no creen? Demás está decir que la pelota salió de mi pie izquiero como un chicotazo, por el costado de la barrera, mientras veía que se iba acercando a la red y el arquero que no aparecía ni en las fotos. Será gol? pensaba emocionado el 6 (cómo? el mismo número de Cotelo? Que casualidad...). Y sí, entró haciendo una hermosa parábola, de esas que no se hacen en Bolivia, porque allá la pelota no dobla. Pero en el Iosap sí. Se recostó a dormir en la red, nuevamente al lado del palo derecho del arquero. Gol del Z. 2-1. Primer gol oficial mío y los abrazos de los muchachos y los gritos eran enormes. Mario fue el primero que me abrazó, como diciendo "tenías razón!", y yo pensando "de lo que me salvé...".La tribuna coreaba mi nombre, algo nunca antes escuchado en la cancha, ni en esta ni en cualquiera. Más fuerza le dio al equipo ese gol, que fue en busca del tercero. A no amilanarse. Pero los ya repetidos foules cerca de nuestra propia área, hacían peligrar la victoria parcial. Cabezazo va, cabezazo viene Era un auténtico peligro. A corregir esto en los próximos entrenamientos.Pero fuimos por más, y en un tiro de esquina de Mario desde la derecha, la pelota que cruzó todo el área chica, para que, entrando por el segundo palo, haciéndome recordar al gol del chorro Viatri contra el Milan, nuestro goleador mono, conectara el testazo, casi sin ángulo, para que la pelota encuentre un nuevo destino de red. El primero de él en este campeonato y el sexto (todos de cabeza) en lo que va de su corta participación en el Z.Fue un balde de agua fría para los médicos, quienes parecían haberse resignado un poco, aunque atacaban con centros provenientes de tiros libres. Fue la única manera en la que llegaban.Algunos encontronazos entra ambas barrabravas, aquellos, porque no sabían aceptar la derrota y los nuestros porque alentaban todo el tiempo, le dio un tinte especial al partido, que culminaba con un triunfo de 3-1 para el local. Los 11 leones que salimos a "operar" a los médicos fuimos: Tenazas, mono, poroto, ramoncito y yo (javi), seba, paloma, dani y mario; y los puntas nico y seba dominguez. Después entraron mauri y snoopy.Mención especial para los chicos que no pudieron entrar. Seguramente el partido que viene estarán. Esto es así, cuestiones del partido te dejan afuera o te permiten entrar. Lo importante es el apoyo día a día, el aliento, la perseverancia y sobre todo, la amistad que reina en este fenomenal grupo humano.

01 de Agosto, un día que recordaré como el día en que, al fin, inflé la red...



Lo mejor: la tranquilidad con la supimos dar vuelta el resultado.

Lo que hay que mejorar: las faltas que cometemos cerca de nuestra área.

Lírico Z